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EL APORTE DE LOS INMIGRANTES

 

Hay aproximadamente 585 mil inmigrantes residiendo en el país actualmente y de esos dos de tres son nicaragüenses.   Algunos verán los datos como de índole negativo, pero en lo personal lo veo positivo.   

Los que migran de un país a otro usualmente son los más energéticos, los mejores educados y los más dispuestos a trabajar mucho entre la población.   Los países que reciben inmigrantes son los más exitosos, los que se perciben como de más oportunidad y los más libres; nadie voluntariamente va a desarraigarse para pasar a una vida en una cárcel. 

Los beneficios que recibe el país que recibe migrantes son muchos.  Primero, el inmigrante está dispuesto a trabajar en ocupaciones que los nativos rechazan.  Recoger café, lavar platos, trabajar como guardas, limpiar inodoros, manejar autobuses, ser empleada doméstica son solo algunas que felizmente aceptan los inmigrantes.  Segundo, acepta horarios nocturnos, largos (a veces ilegales) sin quejarse.  Tercero, acepta pago mínimo.

Pero muchos ponen emprendimientos – pulperías, sodas, restaurantes de variedad de comida, talleres para todo tipo de equipo – bicicletas, mecedoras, muebles, autos, aire acondicionadores— y cuidado si no compiten en actividades más ambiciosas.  La gran mayoría habla español y practican las mismas fes religiosas que los nativos.  Culturalmente son compatibles.

Muchos de los que no hablan español vienen en condiciones distintas – por ejemplo, los norteamericanos – y traen dinero para comprar vivienda y para mantenerse en el país.  Estos inmigrantes en muchos casos no vienen para competir en el mercado laboral local. 

Donde hay debate dentro del país es en el caso de los inmigrantes profesionales – médicos, ingenieros. arquitectos, educadores y otros.  Los colegios profesionales, con el fin de proteger a sus miembros, han puesto exámenes y otros requisitos educativos a no solo los inmigrantes, pero también a costarricenses que se forman en el exterior.  Han logrado a través de los años que se aprueben leyes que mantienen la puerta cerrada para estos profesionales.

En una situación donde hay escasez de médicos especialistas, solo para citar un ejemplo, no se pueden traer del exterior por las prohibiciones legales que existen. 

Costa Rica es un país de inmigrantes.  Después de la conquista en el Siglo XVI quedaron muy pocos indígenas en su territorio. Primero llegaron pobladores españoles, muchos de ellos judíos sefarditas escapando a la inquisición.  Apellidos como Mendez, Rodriguez, Castro, de Lima, Maduro y muchos más son sefarditas.  Cualquier apellido de origen de Iberia es inmigrante.  Hay de otros orígenes – Rohrmoser, Lehmann, Murray, Dent – son ejemplos. Lo que hace de Costa Rica un éxito es que aprendieron a vivir juntos y de preferir un sistema democrático de gobierno.  Ahora que llegan los Lacayo, Chamorro, Alemán, (sefarditas), Ortega, Sandino y otros apellidos nicaragüenses es excelente especialmente si vienen con ideas para fortalecer a la economía.

Que vengan los inmigrantes con sus sueños, sus anhelos, su plan de vida y que los comparten con los que ya estamos acá.   Si tienen ideas de formar dictaduras, regímenes autoritarios no son bienvenidos.  Participen en el proyecto de grandes aspiraciones de nuestro país.

cdenton@cidgallup.com