Al fin San José, ciudad capital de Costa Rica, tiene un alcalde nuevo en la persona de Diego Miranda Méndez.  Ofreció varias mejorías si fuera elegido; la idea de arborizar la ciudad y de crear jardines es fantástica.  Pero hay una realidad, si no se sacan los autobuses del centro urbano todo quedará igual de desagradable.  En vez de ser un lugar bonito, atractivo para visitantes y familias residentes, seguirá siendo un lugar lleno de gente que no quieren estar, de predadores (carteristas y asaltantes en general), de vendedores callejeros y de los mismos vehículos llenando las calles y echando humo que contamina el aire y crea ambiente mugroso.

Actualmente San José es centro de acopio para decenas de líneas de autobús.  Como las rutas están mal diseñadas hay miles de personas que tienen que pasar involuntariamente por la ciudad, para bajar de un bus y trasladarse a otra línea para seguir su viaje dos veces diarios.

La solución es la creación de terminales fuera de la ciudad con una ruta de transbordo que pasa el pasajero de una terminal a otra.  Habrá una sola línea que entra a la ciudad.

Esto ya lo han hecho por lo menos dos ciudades de la región – Albrook en Panamá y en San Pedro Sula.  Ambos de estos terminales ofrecen centros de compras grandes para el provecho de los pasajeros.  El Albrook Mall es uno de los más grandes de ese país.

Para San José se ocuparían por lo menos tres.  Uno cerca de Hacienda La Vieja al este de la ciudad, una segunda en la entrada a la Avenida 10 en La Sabana al oeste y la tercera por el sur de la Plaza Gonzalez Víquez. La de Hacienda La Vieja habría que solicitar al alcalde de Curridabat que colabore.

Ahora están expandiendo el bulevar de la Avenida Central.  Esto servirá de centro de camino de los que están transbordando.  Comprarán de todo –algunos productos ilícitos pero la mayoría buenos.  Pero la presencia del bulevar fortalece el posicionamiento de la capital como centro de acopio de autobuses y ahuyenta a familias residentes, a empresas de servicios de mediano y gran alcance y ni hablar de restaurantes de calidad para reuniones de negocios.

La verdad es que alternativamente La Sabana se está estableciendo como el centro de la capital.  Se construyen torres para oficinas y hoteles, pero también hay muchos edificios residenciales.  El parque es el lugar para caminar o correr temprano en la mañana y la arborización nueva que se ha hecho ya se está viendo.  Lamentablemente no hay parqueo para el Estadio Nacional (no culpa de los chinos) y cuando hay un evento importante se crea un caos en sus alrededores.  Pero es un adorno bonito para la capital.

Como no hay un sistema de transporte público para la ciudad (el antiguo alcalde prometió restaurar el tranvía en su última campaña) hay que convivir con los autobuses.  Pero concentrados en terminales –no circulando vacíos en las estrechas calles del centro.

cdenton@cidgallup.com