Psicológicamente no hay diferencia significativa entre un artista plástico, un compositor musical, un inventor, y un emprendedor de negocios.  Cada uno visualiza algo donde no hay nada y crea una pintura, una canción, un producto o una empresa nueva.  Todos ostentan personalidades similares – se pueden caracterizar como inestables con tendencias conflictivas.  Muchos no tienen gracias sociales y algunos son parias y no les importa. Toda economía y sociedad ocupa bastante de este tipo de persona porque mantienen la vida, la cultura y la creación de riqueza.

A la personalidad emprendedora no le afecta el rechazo o el fracaso.  Muchos pasan tiempo con aprietos económicos, con situaciones difíciles y con otros tratándoles con desdén. Vincent Van Gogh no vendió una sola pintura durante su vida y murió en pobreza. Wolfgang Amadeus Mozart también llegó al final de sus días sin un cinco. 

Es probable que en su juventud y especialmente su adolescencia pasaron con problemas y rechazos de los compañeros. Posiblemente fueron diferentes a los demás- el chiquito que tenía anteojos le decían “cuatro ojos” o de color o de religión le pegaban epíteto negativo. 

Los inmigrantes muchas veces son emprendedores porque la sociedad donde llegaron no les ofrece opciones.  Por ejemplo, casi en toda sociedad para ocupar puesto de sector público es indispensable ser de la nacionalidad del país.  Si es empleos no deseados por los locales – guarda nocturno, limpiador de inodoros, trabajador de zafra, empleada doméstica – los extranjeros los ocupan por falta de competencia local.  Normalmente son los menos bien pagados.  Pero el extranjero al poner un emprendimiento no quita puestos a los locales y puede ser exitoso.

El emprendedor más exitoso y la persona más adinerada del mundo actual, Elon Musk, es un inmigrante a los Estados Unidos de Sudáfrica.  Steve Jobs era hijo de inmigrantes de Siria.  En Panamá, el más exitoso, Stanley Motta, es hijo de inmigrantes de Curazao.  La historia de Costa Rica está repleta de casos de inmigrantes que crearon organizaciones exitosas que contribuyeron al crecimiento económico.  Actualmente posiblemente Steve Aronson (Britt) es el estelar.

Ser muy pobre de origen es un impedimento para lograr ser emprendedor.  Cuando emerge uno exitoso provoca la pregunta ¿cuántos más hay y qué está perdiendo el país con todos los de pobreza extrema?  En algunos casos pasan a hacer su vida como empresarios del hampa, vendiendo productos y servicios que no son positivos para la sociedad.  Jay Z es un caso de un exitoso en actividades empresariales y de la música que comenzó con el hampa de su barrio. 

La fórmula de éxito para un país normalmente incluye dos componentes; primero, hay que lograr que el talento local (los emprendedores) se quedan en el territorio nacional donde nacieron y ejecutan sus proyectos.  Segundo, hay que atraer a talento para que venga al país y desempeña sus actos creativos aquí.  Es un esfuerzo difícil y requiere capacidad de discernimiento, algo que muchas veces no hay en abundancia en las planillas del sector público. 

Si descubre un artista, músico, inventor emprendedor, ¡tratarlo bien!

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