Ahora el cada vez más cuestionado Tribunal Supremo de Elecciones TSE se quiere quitar funciones del pueblo y también de la Sala IV.   Ya cansan todas estas instituciones luchando para ser “El Supremo.”  Por razones desconocidas esta institución, guardián de las elecciones que se realizan en el país, ahora se presenta como más conocedor de lo que necesita el pueblo que los habitantes mismos.

Señores, su Tribunal, los edificios, las computadoras que usan, los vehículos que operan son propiedad del pueblo—su jefe.  El pueblo paga sus salarios.  Como somos muchos tenemos representantes, los diputados, que deciden por nosotros. Si ellos deciden que se reduce el período de tiempo entre la primera vuelta y la segunda por un par de semanas, lo que tienen que hacer en el TSE es poner pilas y trabajar mejor y más eficientemente.  Peor aún, opinar antes de que se vota el cambio, interfiere en las decisiones del Primer Poder de la República. 

Las elecciones que organizaron para el pasado 4 de febrero fueron un fracaso, según cualquier criterio.  Cuando un 72 por ciento de los elegibles no llegan a las urnas en una votación no hay kudos para ustedes.  Más aún cuando descalificaron por lo menos un partido por razones arbitrarias de ustedes. Ahora los representantes del pueblo están considerando unir las dos elecciones – para presidentes y diputados por un lado y para alcaldes por el otro—y ustedes quieren argumentar que esa permutación viola la Constitución. 

Por muchos años se celebraban las elecciones juntas cada cuatro años.  ¿No fueron constitucionales esas elecciones donde ganaron los dos Figueres, Rafael Ángel Calderón, Oscar Arias y otros? 

Por lo menos si se unen las elecciones habrá más personas decidiendo, que cualquiera puede comprender, serían más democráticas.  Por rebote casi.   Los alcaldes elegidos tendrán un mandato y no como ahora que más de uno ganó con números en los cuatro dígitos.  Varios fueron decididos por menos de 10 votos.  Elegidos constitucionalmente sí.  ¡Pero mandato no!

El peligro que enfrenta a Costa Rica en la actualidad es que cada vez más se convierten los ciudadanos en “gobernados.”  Personas se colocan en puestos que no son de elección popular y comienzan a dar órdenes a los demás.  Al ser “representados” el pueblo por personas que no entienden su función (nuestros diputados) y que pasan su tiempo debatiendo e investigando frivolidades, los burócratas de instituciones como el TSE tratan de “agarrar la batuta.” 

Personalmente fui a votar a principios de febrero y puedo confirmar que marqué tres papeletas impresas usando una crayola, y luego las metí en tres cajas de cartón frente a los oficiales; esto 30 años después de la llegada de la época digital.  No han modernizado el sistema y peor estos magistrados han creado más “fricción” (lenguaje de Bill Gates) en todo el proceso. 

Señores diputados, poner orden en el TSE por favor.  Impídelos de interferir en lo que están haciendo y exígelos que cumplen con sus funciones que entre otras es la promoción del sufragio.

cdenton@cidgallup.com