Ya estamos en la tregua que se extiende del 15 al 29 de diciembre.  Durante este período los candidatos suspenden su propaganda – algunos harán un saludo navideño público, pero no puede tener contenido político.  Esta es la época de las reuniones familiares, de fiestas y de mucha atención a los niños.  Para los de la fe cristiana es de máxima importancia. 

Para los judíos Hanukkah cayó en la misma fecha en 2024 –este año se celebra a principios de enero.

Si bien es cierto que durante la tregua los políticos suspenden sus campañas, uno de los temas principales en la mesa familiar, aparte de felicitar a la persona que hizo los tamales (siempre son lo mejor de la historia) es la política.  Se dice que terminando las reuniones familiares de la época ya dejan de haber “indecisos.”

Una decisión es que no va a votar la persona – después de todo un 39-40 por ciento del padrón electoral no da uso al derecho del sufragio. Muchos de estos son apáticos, pero otros son alienados.  Quizás se entusiasmaron por un candidato la vez pasada y “le quedó mal.” O vieron la Asamblea Legislativa 2022-26 y se asquearon.

Mucha de la propagando política del mes entrante se diseñará a fortalecer la decisión tomada. No es diseñada para convencer a alguien ya decidido a cambiar – será para dar al futuro votante seguridad en su decisión.

En la época cuando había partidos políticos de verdad las familias convencidas colocaban una bandera en el techo mostrando sus preferencias. El presupuesto para comprar banderas fue significante hasta que el Tribunal Supremo de Elecciones TSE anunció que no iba a aceptar ese gasto como uno aceptable para la “deuda política.”  Esa decisión del TSE constituyó otro clavo en “el ataúd” de los partidos.

Y las banderas eran solo una parte de los gastos en artículos partidarios. Gorras, camisetas, camisas, jarros, portarretratos, y corbatas formaban muestras de la lealtad del partidario.  Las mujeres pintaban las uñas color de bandera y los hombres más leales pintaban sus autos acordes.

Por supuesto las banderas y la ropa se lucia durante la tregua – muchos decían que contar banderas era más exacto que las encuestas en prediciendo resultados de una elección.

La discusión política que se realiza en la mesa de los tamales usualmente produce un líder—el familiar que es reconocido por los demás como el que más conoce de política.  Cuando este se pronuncia los demás lo escuchan y si alguien opina diferentemente poco a poco lo van callando.  El líder probablemente ofrece una narrativa que explica por qué un líder en particular es mejor para esta familia que otro. 

Cuando se comienzan a alistar las fiestas de año nuevo hay dos realidades – casi todo el mundo “está limpio” y ya saben por quien votar.  Los políticos ya pueden mandar su saludo que incluye todas las cosas positivas que hará en 2026 y en los años posteriores.  Solo quedan algunos GEN Z que, si votarán, pero no saben por quién.

cdenton@cidgallup.com