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EL TREN URBANO Y LOS “GRUPOS DEL NO”
Ya comenzaron los argumentos en contra del proyecto del tren urbano presentado por la administración de Rodrigo Cháves a la Asamblea Legislativa. Uno es que el precio de usar el servicio es demasiado caro para los usuarios, seguramente vendrán muchos más razonamientos negativos de la oposición.
El argumento del costo fue el principal en contra de la concesión de la carretera a San Ramón en 2013. En los 12 años que han pasado desde que la presidenta canceló el proyecto no es posible estimar lo que ha costado en horas, días, semanas y meses de la vida de la gente obligada a seguir usando la carretera existente –y ni hablar del combustible, llantas, gente atropellada, aire horrible en las presas. Con la concesión se hubiera ahorrado en vida de las personas que usan regularmente esa vía un mínimo de 20 días completos de 24 horas al año cada uno.
El tren sacará de las carreteras miles de personas diarias reduciendo las presas y el costo en salud que implica estar sentado en auto tanto tiempo. Que pagan un poco más para usar el tren le valdrá la pena a la gran mayoría.
Que es “muy limitado” es otro argumento. También que “el de Claudia” era mejor. Otro será que es muy caro lo propuesto.
Cada vez que aparece alguna iniciativa grande de mejoría para el pueblo comienzan a salir todos los “expertos” de los “grupos del no.” Muchos están en el gobierno y se sienten super realizados al lograr detener un proyecto. La primera gran victoria de los “del no” fue la de parar ALCOA de poner una mina y otras operaciones en el cantón de Perez Zeledón. Impedir esa actividad tuvo como biproducto la formación de una corriente migratoria a los Estados Unidos.
Después de esa “victoria” los “grupos del no” han ganado más que han perdido. Perdieron cuando no quisieron que se quitara una tajada del Parque la Sabana para que la carretera 27 pudiera comenzar en el Gimnasio Nacional. Perdieron con CAFTA—sin ese tratado hay más de 100 mil personas que se desempeñan en empresas que jamás hubieran venido al país.
Pero ganaron con la carretera a San Ramón, la cárcel de Pococí, la minería en Las Crucitas, la Ciudad Gobierno en la Plaza Viquez, y en la creación de una marina en Limón.
Unos de los “grupos del no” se declararán en contra del proyecto del tren urbano porque es de Rodrigo Cháves y dirán “no aguanto a ese señor.” Normalmente lo que no les gusta de él es que no tiene tapujos en lo que dice del que se le opone. Las armas de los “grupos de no” incluye serruchas de piso, chota y chismes medios falsos. A la cara con el adversario son muy amables (o sea falsos). Cháves no serrucha – se va frontalmente con el adversario.
Ahora viene el pulso por lo del tren urbano. Si lo detienen es una victoria pírrica—“los del no” también estarán más tiempo en presas.
cdenton@cidgallup.com