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¿QUE HACER CON EL AGUINALDO?
Aunque parece mentira, hay muchas personas que ya han gastado el aguinaldo que les vendrá en la primera quincena de diciembre. Peor aún, posiblemente lo usaron como una prima (enganche) en la compra de un artículo de precio grande y además del aguinaldo estarán pagando mensualidades por largos meses o años en el futuro. Este escrito no es para estas personas.
Para los que recibirán integro su pago extra mi primera recomendación es de tomar la llegada de ese dinero con calma. Aunque ya decidió gastarlo todo no hay prisa. Recuerde que muchos artículos, incluso los mismos arbolitos que tantos adquieren, cuestan mucho más a principios de diciembre que en el 23 del mes. Un arbolito de Navidad no tiene salida el 26 de diciembre y los que tienen en venta lo saben. A partir del 23 los precios se “flexibilizan.”
Lo mismo es cierto de muchos de los juguetes, decoraciones, y hasta los tamales que se venden en el período navideño.
El argumento de los comerciantes que se va a agotar la existencia de algún producto y mejor comprarlo ahora es espurio. “Solo este me queda” es muy cuestionable.
El desafío es con los regalos. Obviamente si tiene niños hay que darles. Trate de darles algo que perdure—no juguetes baratos que en un día se quiebran y en enero quedan olvidados para siempre. Mejor menos cantidad y más calidad. Por ejemplo, los Legos son prototipo de lo que se puede regalar y que sirven para educar—muchachas y muchachos. Recuerde que ya dar muñecas a las muchachitas y revólveres de vaquero a los muchachitos no es recomendable.
A otros familiares, hacer un análisis. A los que se ven durante todo el año y los niños de ellos juegan con los suyos es probable que tendrá que dar. Otra solución es llegar a un pacto – solo a los niños. A los compañeros de trabajo, a las amistades tratar de limitar. Hay muchos que terminan usando mucho del aguinaldo regalando a otros y luego terminan con obsequios de otros de poco valor que nunca hubieran adquirido con dinero propio.
Si usted descubrió el año pasado que usted terminó gastando más que el aguinaldo en regalos, entrar en negociaciones ahora a principios de noviembre para reducir drásticamente lo que eroga en estos. Y ni hablar del tiempo que se gasta en tiendas abarrotadas y con servicio lento.
Hay quienes argumentan que hay que usar el aguinaldo para bajar las deudas o para ahorrar. Si usted no está ahorrando ahora o tiene muchas deudas, no vive feliz. Si le parece que le va a dar paz ahorrando o pagando deudas, hacerlo. Si el aguinaldo es monto importante no sería mal dar a los que no tienen nada. Comida es lo más importante – en una época donde muchos suman kilos comiendo demasiado—sería bueno regalar a organizaciones que se dedican a dar de comer a los más necesitados.
Sobre todo, calma –tratar de hacer su Navidad un período de calma y de felicidad.
cdenton@cidgallup.com