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¿EDUCACION VOCACIONAL O ACADÉMICO?
En alguna ocasión a todos nos ha pasado; en la casa ocupamos un plomero, un electricista, alguien que sabe cómo arreglar la pantalla plana, un carpintero, un mecánico o quizás un pintor. Una visita de un especialista de este tipo puede comenzar en 25 mil colones la hora mínimo dos horas incluyendo transporte. Y van subiendo los precios porque hay mucha demanda. Escasea la oferta y muchas veces es un extranjero que llega a la casa.
Es difícil encontrar un sastre o un reparador de calzado costarricense.
El sistema educativo nacional por muchos años ha puesto énfasis en la preparación académica; esta es la preparación para asistir a una universidad como prioridad. Muchos de los que estudiaron en este ámbito terminan en posiciones “clericales.” No importa el título del puesto, muchos se dedican a tareas repetitivas, no muy complejas, y que pronto será sustituida por la inteligencia artificial.
El empleado público que lee documentos y los aprueba si están completos pronto descubrirá que un robot le robó el puesto. El empleado de empresa de exportación que traduce documentos al inglés estará buscando otro trabajo porque la Inteligencia Artificial IA puede hacer lo mismo en mucho menos tiempo.
Una de las ventajas de los robots es que ellos no piden régimen de 4 3 o jornada de 8 horas –trabajan 24 horas al día sin vacaciones u hora de almuerzo. Tampoco se enferman y no saben lo que es el acoso.
Mientras tanto si se taquea un sanitario, o se quema un breaker en su hogar es una persona especializada que tiene que venir y atender el problema. La IA no va a llegar a las 3 de la mañana a su casa cuando se queman varios fusibles.
Por muchos años los países norteamericanos y europeos han dependido de trabajadores inmigrantes—latinos, árabes, africanos especializados atendían cuando se ocupaba un especialista de vocación manual. Igual en las construcciones y en el cuido de los jardines. Pero ya están cambiando y en los colegios se encuentran talleres completamente equipados donde los estudiantes aprenden como soldar, como usar herramientas, como reparar y como confeccionar ciertos artículos. Estos no son colegios especializados y en muchos en el segundo año es obligatorio que todos tomen un curso de “taller.” Después si al alumno le gusta puede seguir en esa trayectoria no tanto en lo académico.
Todos se gradúan por igual – unos van a la universidad y otros a practicar sus conocimientos vocacionales. En cuanto a ingresos vitalicios muchos de los que aprendieron a ser electricista ganan mejor que los académicos. No conocen quien fue Tchaikovski o Rembrandt, ni tampoco han leído Cervantes, pero sí saben reparar el alumbrado de la casa de sus clientes.
En muchas de las carreras académicas el éxito depende de poder leer y memorizar escritos o lo dicho por el profesor de turno. No requieren pensamiento – solo buena memoria y disciplina—como los poetas de antaño. Los robots pueden memorizar cualquier cosa también. ¡Es capacidad de pensar que valdrá en el futuro!
cdenton@cidgallup.com