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MUCHA DEUDA SIGNIFICA VIDA DIFICIL
Una familia muy endeudada no disfruta de las mismas libertades que disfrutan los que no tienen tanta obligación. Los acreedores quieren recibir los dineros con intereses y vigilan para asegurar que les llega con la frecuencia acordada cuando se hizo el préstamo.
Por más que un gobierno nacional es soberano y puede rechazar injerencias lo normal es que tienen que aceptar ciertas ideas para permitirles pagar lo debido y evitar caer de nuevo en los aprietos. Actualmente Costa Rica está altamente endeudada a merced de una presidencia del Partido Liberación Nacional PLN y dos presidencias del Partido Acción Ciudadana PAC el último difunto. Es toda la misma gente – el PLN engendró el PAC.
Un 28 por ciento de todo el dinero recibido por el gobierno de Costa Rica va para pagar intereses y si desea amortizar sería más. Es este el gobierno que no puede pagar lo que debe a la CAJA. Es un gobierno que es presionado en muchas situaciones de pagar más – el FEES es un ejemplo corriente – y de por lo menos mantener infraestructura corriente sin construir nada nuevo.
Los endeudados tienen tres alternativas para salir del hueco en que han caído. La primera es pagar más y salir más rápidamente de su situación y la segunda es de recortar gastos. Para el gobierno costarricense la salida más agradable sería si fuera que la economía creciera el doble y que los ingresos por impuestos aumentaran. Si no es indispensable recortar, la segunda alternativa. Las botellas creadas por el gobierno del PLN de 2006-2010, hay que eliminarlas. Claro todos están cubiertos por el sistema de Servicio Civil y no se pueden recortar—pero cada año cinco por ciento de los empleados públicos renuncian, se pensionan, o se enferman y dejan el empleo del estado. Esas personas no hay que reemplazarlas.
La tercera alternativa para una familia endeudada es la de vender artículos que se puede vivir sin ellos. Por ejemplo, un segundo automóvil. Un condominio en tiempo compartido en la playa. Un tercer televisor. En el caso del Gobierno se pudiera vender el segundo banco estatal, el Instituto Nacional de Seguros, INS, FANAL, RACSA (si hay algo de valor allí) y concesionar el Ferrocarril urbano.
Los “grupos del no” levantarán un grito ensordecedor alegando la perdida de las “conquistas sociales” del siglo pasado. Pero ellos deberían aceptar que por los excesos de sus gobiernos se quedó en esta situación. Se debe recordar que el PLN también llevó a la economía al colapso total en 1980. En ese entonces el país fue rescatado por los Estados Unidos que por tres años metió $1 millón diarios al Banco Central como “donación.” Es dudoso que este proceso se repite ahora.
Al final de cuentas la división en Costa Rica se puede entender visualizando un marco entre los que no quieren cambiar nada y ojalá con parches y mendingando salir adelante y un grupo que percibe gran potencial para Costa Rica y quiere enderezar las finanzas y crecer la economía.
cdenton@cidgallup.com