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SOBRE LOS DIPUTADOS

El Artículo 105 de la Constitución Política dice “el poder de legislar reside en el pueblo.” Lo que hay en Costa Rica actualmente no pudiera ser más lejos de lo explicitado en el documento supremo.  Poco a poco desde 1949 los políticos lo han ido cambiando y actualmente hay 57 personas sirviendo en la Asamblea Legislativa que tienen muy poco que ver con el pueblo. Se supone que está el referendo que permitiría que el pueblo retomara el poder, pero en 2006 pusieron tantos “peros” a esa opción que tampoco.

Cuando había partidos políticos grandes heterogéneos que estaban en contacto de forma permanente con el pueblo el hecho que la mayoría votara por un partido normalmente le daba el control de suficientes curules para permitir decisiones que favorecían el pueblo. Ahora con varios partiditos allí, no está claro de que se trata la agenda del primer poder de la República. 

Lo que si está claro, al analizar la producción de la Asamblea, es que cada vez es menor y más inocuo, y que están perdidos los legisladores que están allí día a día haciendo mucho ruido y poco bueno para el pueblo.  Será interesante oír el debate sobre la propuesta de controlar por ley la colocación de sillas y pabellones en las playas del país.  Se sabe que las playas son del pueblo y entonces votar a favor de permitir la colocación de estos artículos que serían alquilados por los que tienen plata va directamente en contra de los ciudadanos.

Es definitivo que si aprueben la ley en la Asamblea los que no tienen plata serán relegados a los peores puntos de la playa.  No importa el argumento de la industria turística – si los diputados aprueben esta restricción ya no tienen ni noción de quien representan.

Una equivocación del Tribunal Supremo de Elecciones y avalado por otro error de la Sala IV permite a un diputado elegido por un partido a anunciar que ya no pertenece a la agrupación que lo presentó y eligió continuar en su curul.  Es totalmente equivocada esa práctica y deberían salir de la Asamblea de inmediato si ya no representan al partido que los llevó al poder. Aferrarse a la chamba es defraudar al pueblo. Cada legislatura incluyendo la actual termina con diputados sin partido.

Poco a poco han ido los burócratas incrustados en una estructura gubernamental desmoronándose, aferrarse a la inmovilidad para crear una situación que no solo no está representado al pueblo en la toma de decisiones que le afecta si no suprimiéndolo y quitándole la libertad. Da pena y requiere de un overjol a la brevedad.

Se dice que una legislatura debería ser espejo del pueblo que representa.  Mi esperanza, viendo lo que es la Asamblea Legislativa en 2025, es que no sea cierto que el costarricense sea como los que ocupan curules actualmente.  Lo malo es que no solo no entienden la situación que vive el pueblo en la actualidad, sino que tampoco comprenden bien lo que deberían estar haciendo día a día.

cdenton@cidgallup.com